Foto: José María Martínez García. Lago Michigan.
Del evangelio de Lucas, 2, 15-18
Cuando los ángeles les dejaron, marchándose hacia el cielo, los pastores se decían unos a otros:
Vayamos a Belén para ver esto que ha ocurrido y que el Señor nos ha manifestado.
Y fueron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre.
Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas sobre este niño.